Tadeo al Día


Educación virtual en Colombia: del 7% al 24% en solo siete años


La educación virtual dejó de ser una alternativa secundaria para convertirse en una de las modalidades más importantes de formación en Colombia. En los últimos años, las matrículas en programas en línea pasaron de representar apenas el 6,9 % en 2018 a alcanzar el 20,9 % en 2023, lo que significó que más de 518.000 estudiantes ya optaban por esta modalidad, según cifras del Ministerio de Educación Nacional reportadas por Infobae (2024).

El crecimiento no se detuvo ahí. En 2024, el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES) informó que la virtualidad subió a 22,8 % de las matrículas (582.721 estudiantes), mientras la presencialidad bajó a 69,4 %, la cifra más baja en más de una década (El Tiempo, 2024). Para 2025, las proyecciones oficiales y académicas estiman que la virtualidad ya bordea el 24 %, consolidándose como una cuarta parte de la matrícula nacional.

¿Qué explica este crecimiento tan acelerado? Principalmente, la flexibilidad. Estudiar desde cualquier lugar y adaptar los horarios a la vida personal y laboral se ha convertido en un factor clave para que muchas personas decidan matricularse en programas virtuales. Esto abre oportunidades para estudiantes que antes encontraban limitaciones económicas, geográficas o de tiempo (El Tiempo, 2023).

El auge del modelo híbrido también refleja esta transformación. Combinar la presencialidad con clases en línea ofrece lo mejor de ambos mundos: interacción social y flexibilidad digital. Para muchos estudiantes, es la fórmula perfecta para mantener el contacto humano sin renunciar a la comodidad de lo virtual (Edu Labs, 2023).

Claro está, el camino todavía tiene retos. La brecha digital persiste en zonas rurales donde el acceso a internet es limitado, y todavía se requiere mayor capacitación para que docentes y estudiantes aprovechen al máximo las herramientas digitales. El Ministerio de Educación ha señalado la necesidad de seguir invirtiendo en infraestructura tecnológica para garantizar que la calidad de los programas virtuales sea homogénea en todo el país.

Lo cierto es que la educación virtual llegó para quedarse. Con una participación que ya alcanza alrededor del 24 % de las matrículas nacionales en 2025, la tendencia seguirá en aumento. La virtualidad no solo amplía el acceso al conocimiento, sino que prepara a los colombianos para un futuro laboral donde las habilidades digitales serán imprescindibles.

Referencias